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“La vida que tengo ahora me gusta mucho más”, afirma Camila Santoyo Torres, una estudiante de la Facultad de Ciencias de la Educación (Udep) que decidió crear La Grapa Store en medio de un tiempo pandémico. Se trata de una papelería virtual que salva de la escasez de útiles a grandes y a chicos.

Este conjunto de colores pasteles es una de las tantas opciones que ofrece La Grapa Store.

En julio, esta piurana de 21 años se asoció con Marcelo Bayona, su enamorado, para lanzar en redes un emprendimiento que tiene como propósito depositar tres palabras clave en la mente del consumidor: color, alegría y La Grapa Store, el nombre del negocio.

Creación de contenido

“Llegar a ser una marca presente en el top of mind”, como afirma Camila, los ha impulsado a crear un contenido virtual que involucra no solo una excelente presentación de los útiles, sino también frases y videos que todo amante de la papelería valora. Gracias a este cuidado, La Grapa Store ha fraguado una personalidad divertida, atractiva a la vista y a los corazones de papel: sus seguidores.

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El valor agregado

El packaging destaca en las historias de Instagram y, además, en la lista de las muchas razones por las que los clientes escogen los productos de este emprendimiento. “Hay también una interacción después de la compra”, indica Camila. Es decir, existe un trato post venta con la finalidad de asegurar no solo la satisfacción del cliente, sino también la fidelidad para futuras compras.

Ser emprendedor en tiempos de covid-19 ha simbolizado para La Grapa Store una constante interacción virtual. Los sorteos, los descuentos y las encuestas son algunas de las estrategias que nutren la esencia del negocio: la innovación. Es que Camila y Marcelo han buscado que la creatividad empiece desde el nombre y continúe con el logo y con la presentación del producto.

Idea de negocio

El emprendimiento surgió de una necesidad propia: las clases empezarían pronto y las largas colas sumadas al riesgo de contagio representaban limitaciones para que un estudiante se abastezca con los útiles de escritorio. Así que Camila cambió de mirada: un obstáculo se convirtió en una oportunidad de negocio. Después de casi dos meses, La emprendedora afirma que cuidar el crecimiento de La Grapa Sore y estudiar al mismo tiempo es un reto que acoge con cariño y con la sonrisa que la caracteriza.

Las miras a futuro son ambiciosas, no se puede esperar menos: Camila y Marcelo han trabajado tan bien la identidad de la marca que apuestan por una tienda física dentro de un tiempo. Una tienda que, sin duda, hará saltar de emoción a los apasionados por la papelería.

Puedes ver más productos de La Grapa Store en su Instagram:

https://www.instagram.com/p/CDfMEORjNLi/

Puedes ver aquí el video de la entrevista.

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