El sector de bienes de consumo en América Latina mostró un crecimiento sostenido durante ocho trimestres consecutivos. Este avance respondió al aumento en la frecuencia de compra y a la diversificación de los canales de adquisición, mientras los minoristas enfrentan un mercado en constante transformación.
Comportamiento del consumidor y búsqueda de valor
La inflación persistente y el lento crecimiento del PBI redujeron el poder adquisitivo de los consumidores, quienes priorizaron productos esenciales como alimentos y bebidas. Según el informe «State of Grocery Latam 2024», elaborado por McKinsey & Company y Kantar, el gasto en estas categorías aumentó en la mayoría de los países analizados.
Desde 2020, el poder adquisitivo cayó cerca del 25%, lo que impulsó la preferencia por marcas privadas. Estas alternativas, creadas por los retailers, ofrecieron precios más bajos y mejor calidad, consolidándose como una opción atractiva para los compradores.
Transformación de los canales de compra
La demanda de valor y conveniencia redefinió los hábitos de compra en Latinoamérica. Supermercados, hipermercados, tiendas de descuento y establecimientos de salud y belleza superaron el 50% de participación en el valor de las compras.
En Perú, las tiendas de barrio mantuvieron el liderazgo, representando el 72% del mercado minorista. Sin embargo, las marcas privadas crecieron un 133% en valor en los últimos cinco años, impulsadas por su costo accesible y disponibilidad.
Por otro lado, el canal digital también mostró avances en la región, aunque en Perú experimentó una caída del 8% entre 2022 y 2023. A pesar de ello, el 30% de los hogares peruanos ya utiliza este medio para adquirir productos esenciales.