El crecimiento del comercio exterior del Perú alcanzó un hito reciente al superar los 130 mil millones de dólares en intercambio comercial, una cifra que refleja la expansión progresiva de sus acuerdos internacionales y su estrategia de integración global. Este avance, acompañado por una red de Tratados de Libre Comercio fortalecida durante más de dos décadas, evidencia el papel del país en los mercados internacionales y la necesidad de impulsar motores económicos complementarios que consoliden su competitividad.
Expansión del comercio exterior y acuerdos internacionales
Perú mantiene un crecimiento sostenido en su intercambio comercial. El expresidente de Promperú, Luis Torres, informó que el país superó los 130 mil millones de dólares en comercio exterior, lo que representa un incremento superior al 800% respecto al año 2000, periodo en el que se inició la consolidación de su red de Tratados de Libre Comercio.
El especialista señaló que desde 2002 se han concretado 23 acuerdos comerciales con naciones que concentran cerca del 82% del Producto Bruto Interno mundial. Estos tratados han sido ratificados por sucesivos gobiernos y continúan fortaleciendo la presencia del país en mercados estratégicos.

Torres indicó que el Perú debe seguir aprovechando su ubicación geográfica y su patrimonio natural y cultural para impulsar sectores emergentes como la industria de súper ingredientes para salud y cosmética, la industria naval y la industria aeroespacial.
Obras de Estado, infraestructura y desafíos estructurales
El especialista afirmó que una agenda pendiente es priorizar Obras de Estado y no solo obras de gobierno, debido a su impacto sostenido en el crecimiento del PBI, la inversión, el empleo y el desarrollo humano. Recordó que hasta el momento dos políticas de Estado –la integración comercial y la conectividad marítima– han sido convertidas en Obras de Estado, destacando los avances del modelo portuario desarrollado desde la Ley de Puertos de 2003. Según precisó, esta visión impulsó inversiones superiores a 4,000 millones de dólares en infraestructura portuaria pública y privada.
No obstante, Torres remarcó que estos avances aún son insuficientes para enfrentar la pobreza, que pasó de 22% antes de la pandemia a 29% en la actualidad, y para abordar la informalidad que bordea el 80% de la economía. Sostuvo que transformar esa informalidad en ingresos fiscales permitiría mejorar servicios públicos, fortalecer la seguridad y simplificar los procesos para hacer empresa.
Agregó que, si bien existe un plan de infraestructura logística en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, las Obras de Estado deben responder a una acción integrada que trascienda sectores y promueva el desarrollo en el mediano plazo. Estas incluyen infraestructura para el emprendimiento –carreteras, puertos, aeropuertos, trenes, telecomunicaciones y servicios básicos– y sectores clave como educación, salud, seguridad y justicia.
Finalmente, mencionó que proyectos como el tren bioceánico, el nuevo dique del SIMA, la ampliación del terminal de contenedores sur del Callao y la creación de una zona económica especial privada en Callao, Ancón y Chancay cuentan con amplio consenso y podrían convertirse en motores de crecimiento sostenido.




















