Emmanuel Cárdenas Orozco es un egresado de Comunicación que ha encontrado en el mundo del emprendimiento una zona de destreza y también de muchos desafíos. D’Casa es un restaurante que entrega a domicilio el sabor de una mixtura peculiar: la costa y la selva. El concepto de negocio ya tenía un tiempo en el mercado, pero hace un año Emmanuel decidió reconfigurarlo y lanzar la marca.
Su madre es paiteña y su padre es iquiteño. El emprendedor quiso que esta fusión se trasladara también al ámbito gastronómico: tacacho mixto, chaufa salvaje, tallarín saltado criollo y frito piurano. La acogida ha sido alta, tanto que además del propio servicio delivery, D’Casa cuenta con un perfil en Rappi.
Trayecto
“Todo negocio es también un tema moral”, comenta Emmanuel, quien asegura que aunque el COVID-19 replanteó la esencia de los negocios, él ha sabido extremar cada estrategia: mucha prudencia al contratar el servicio de entrega, mejores ofertas para los clientes fieles y para los nuevos y mayor trabajo en la imagen. “Nosotros hemos ido aprendiendo en el camino”.
D’Casa se ha posicionado como una de las opciones preferidas para disfrutar el sabor del hogar. “Comida hecha con el mismo amor de casa” es el mensaje que comparte en sus redes sociales y en cada entrega.
Después de haber pasado de un contexto laboral dependiente a uno propio, Emmanuel afirma que no imaginó involucrarse con el negocio de sus padres, el mismo que costeó sus últimos ciclos universitarios. Ahora, con el compromiso y el gusto a cuestas, sabe que D’Casa es su campo de desenvolvimiento, se trata de una oportunidad que le ha permitido desempeñar sus conocimientos universitarios y sus habilidades comerciales.
Proyecciones
“Quiero ser un empresario gastronómico. Uno de mis motores es la piuranidad, soy muy regionalista”. Con esta confesión, el emprendedor apunta a exportar la comida piurana. “Los platos piuranos son tan exquisitos que merecen estar allá, merecen tener mejor posición en este auge gastronómico”. Para lograrlo, Emmanuel asegura que la virtud y la fortuna, dos características esenciales de todo emprendedor, son factores que deben alinearse. Por lo pronto, él está saboreando la ventaja de ambas y, además, refuerza cada paso con pasión: “Ponerle corazón, lo que menos nos puede faltar es la pasión por lo que uno hace”.