El crédito de capital de trabajo toma mayor relevancia para las empresas peruanas que buscan liquidez y continuidad operativa en 2026. El entorno económico muestra variaciones en las tasas de interés y una inflación más controlada, según el Banco Central de Reserva. Estas condiciones han generado un aumento en las alternativas de financiamiento y en la participación de nuevos actores financieros, lo que ha ampliado las opciones disponibles para cubrir inventarios y necesidades de corto plazo.
Factores que influyen en el costo del crédito empresarial
El crédito de capital de trabajo se usa como una herramienta clave para manejar las finanzas de empresas de distintos tamaños. El Reporte de Estabilidad Financiera del Banco Central de Reserva indica que los cambios recientes en las tasas de interés definieron el costo del crédito. Además, el ciclo de tasas altas elevó los costos y redujo el interés de las empresas por abrir nuevas líneas.
Por otro lado, el descenso de la tasa de referencia y la menor presión inflacionaria generaron condiciones de acceso más favorables. Asimismo, la llegada de nuevos competidores, como bancos, fintech y fondos privados, amplió la oferta y facilitó los procesos de revisión y desembolso.

Cristofer Caballero, gerente de Negocios de Banca Empresa en Alfin Banco, explica que el reto principal para ampliar el crédito formal depende de contar con mejor información financiera. Según detalla, la calidad de estos datos ayuda a mejorar el análisis de riesgo y agiliza la atención. De igual forma, menciona que las entidades piden garantías y siguen fortaleciendo las soluciones digitales para responder a las demandas de cada sector.
Ventajas operativas del crédito de capital de trabajo
El crédito de capital de trabajo ofrece beneficios para las actividades con alta rotación y demandas estacionales. Según Caballero, las ventajas principales son las siguientes:
- Mantener la liquidez operativa y asegurar el pago de obligaciones como nómina, alquiler y mercadería.
- Aprovechar descuentos comerciales mediante pagos oportunos a proveedores.
- Responder a picos de demanda y ajustar inventarios en momentos clave.
- Evitar la descapitalización al no recurrir a ahorros ni activos.
- Mejorar el historial crediticio con un manejo responsable del financiamiento.
Caballero indica que un financiamiento planificado y adecuado a cada negocio permite sostener sus operaciones diarias y fortalecer su competitividad en escenarios de cambios económicos.
Demanda sectorial y comportamiento del crédito empresarial en 2025
Durante el primer semestre de 2025, la demanda de créditos de trabajo se concentró en comercio, agroindustria, construcción y actividades vinculadas a la minería formal. Estos sectores requerían liquidez permanente para inventarios, operaciones estacionales y proyectos con alta rotación de capital.
Los registros del sistema financiero mostraron una recuperación más rápida en estas actividades, lo que incrementó la necesidad de financiamiento de corto plazo.
El crédito empresarial registró un crecimiento moderado en 2025, con mayor dinamismo en medianas y grandes empresas. Las entidades financieras aplicaron evaluaciones prudentes y priorizaron negocios con estructuras financieras sólidas y planificación de inversiones. Este comportamiento permitió que el sistema mantuviera niveles adecuados de liquidez, conforme explican los análisis del sector.




















