Susana Lachira Navas tuvo su primer contacto con el fieltro hace cinco años, en Lima, cuando diseñó para su hija una vincha original. Vio, entonces, la gran admiración que causó el producto y decidió configurarlo como idea de negocio: Detalles de mamá Su.
Cuando llegó a Piura, su ciudad de origen, tenía que familiarizarse con el mercado piurano para darle un giro al emprendimiento. “Debía encontrar el corazón de la marca. Me di cuenta de que estaba vendiendo de todo un poco, pero no encontraba el producto que me identificaba”. Fue así que la idea del “miniYo” surgió con la finalidad no solo de darle una dosis extra de personalidad al negocio, sino también para “transmitir el sentimiento de personas que buscan regalar algo auténtico”, confiesa Susana.
Inicios
Las manualidades siempre habían sido tema de interés para Susana, pero el ingreso al mundo comercial empezó cuando sus vinchas fueron demandadas por las madres que también acompañaban a sus hijos al jardín escolar. “Una amiga las compró para regalarlas como sorpresitas de cumpleaños”. Luego la emprendedora envió un pedido a Arequipa y así continuó en el camino del emprendimiento.
Con la llegada de la pandemia, ha tenido que enfrentarse a nuevos retos. Uno de los principales fue encontrar un delivery de confianza, también tuvo limitaciones para conseguir algunos materiales, pero ningún percance ha ocasionado que Susana pierda el ánimo: sus creaciones generan alegría entre el público, una alegría que regresa a ella a modo de comentarios agradables. “Los retos, de cierto modo, me han ayudado. Ya tengo todos los cuidados más claros”, afirma.
Pandemia
“Tuve que dejar de postear por un tiempo, por cuestiones de ánimo. Yo pensaba cómo relanzarme, cómo tocar ese punto: te estoy ofreciendo una muñequita cuando la prioridad eran los alimentos”, comenta la emprendedora, quien hizo una pausa para luego relanzar a Detalles de mamá Su y ofrecer, esta vez, la posibilidad de acercar a las personas aún en tiempos de distanciamiento social.
Comenta, por ejemplo, el detalle que le hizo una nieta a su abuelita. “Se desmayaron de la emoción”, le contó la cliente. “Le hizo sentir el abrazo, ese sentimiento llegó. El regalo cumplió su propósito”, afirma Susana.
Exposición
“El público no quiere ver cosas que le vendes, quiere ver la utilidad”, señala la emprendedora. Se trata de una certeza que le ha hecho notar que una publicación tiene mayor alcance cuando hay una historia detrás. “Todo entra por los ojos: si ve un feed ordenado e historias cortas, el cliente logra tener confianza hacia los emprendedores. Ellos conocen quiénes están detrás de la marca”. Mostrar una marca más humana ha sido el eje desde que Susana empezó a marcar su camino en el mundo del emprendimiento.