Hay un viejo refrán que dice “nadie aprende en cabeza ajena.” La verdad es que vernos reflejados en las experiencias de otros y conocer cuáles fueron sus errores, nos puede ayudar a avanzar con pasos más certeros y rápidos; así como evitarnos muchos dolores de cabeza a la hora de emprender.
Es verdad que la mayoría de las veces disfrutamos más hablar de los éxitos, de lo que hicimos bien, y de lo que resulto como esperábamos. Pero poco nos gusta hablar de nuestras metidas de pata, de aquellas cosas que no salieron como deseábamos, de nuestros errores y fracasos, según Entrepreneur.
A veces aprendemos mucho más y ayudamos mucho más a las personas hablándoles desde las experiencias que no han tenido resultados tan positivos, de los aprendizajes que tomamos a partir de estas y de que mi objetivo escribiendo es ayudarte y entregarte valor.
Errores que cometimos en esa oportunidad:
- Emprender con mentalidad de empleado: Realmente hay una gran diferencia entre ambas mentalidades y no es que una sea mejor que la otra. Yo no te voy a decir, como muchos lo hacen, que tener mentalidad de empleado está mal. Por muchos años la tuve, era una profesional muy exitosa y me sentía feliz con lo que hacía. Coseche muchos frutos a lo largo de mi trayectoria como empleada, que hoy incluso disfruto.
- Emprender en algo que no es tu pasión: Esto también me pasó. Emprendí un restaurante, una área que realmente no era mi pasión, yo nunca había sentido interés por la cocina, no tenía el conocimiento y las habilidades, pero sobre todo no tenía la pasión y el amor por este tipo de negocios, que además requiere una cantidad de tiempo y dedicación muy importante.
- Emprender asociándose con amigos: Sí, este fue otro error que cometimos. Pensamos que la mejor socia posible sería otra amiga porque era alguien de nuestra absoluta confianza, pero al igual que nosotros; ella era trabajadora de tiempo completo y ;además, tampoco era chef o conocedora de la industria de los restaurantes.
- Emprender sin una visión a largo plazo: Emprender es una tarea que va a requerir tanto de ti, tanta energía, tanto esfuerzo, dinero y tiempo; que para mí es vital hacerlo en algo que le veas futuro, que tengas una visión a largo plazo para ese negocio.
- Emprender sin tiempo para hacerlo: Cuando tomé la decisión de abrir mi propio negocio era empleada tiempo completo; además, el concepto de que el trabajo es de ocho de la mañana a cinco de la tarde.
- Emprender con miedo a invertir: Esto va muy relacionado con la mentalidad de empleado, al alto valor que le damos a la seguridad y a no correr riesgos. Por eso cuando desde esta mentalidad decidimos crear un negocio, es muy difícil avanzar. Es evidente que todas las inversiones que realicemos tienen que ser con anticipación, pero no desde el miedo.
Finalmente, si tienes miedo a invertir en tu negocio, recuerda la frase del Dalai Lama:
“Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos.”
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