La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha otorgado a Perú una calificación de ‘BBB’ con perspectiva estable, lo que refleja una mejora significativa en la situación económica del país. Este cambio se produce después de un periodo desafiante, durante el cual la economía peruana experimentó una desaceleración debido a la inestabilidad política y económica. Sin embargo, con la implementación de políticas efectivas, el panorama ha mostrado señales de optimismo.
Factores que impulsaron la mejora en la calificación
Según Fitch, la formulación de políticas económicas que han ayudado a estabilizar la macroeconomía peruana ha sido crucial para este cambio en la perspectiva. A pesar de algunos desafíos, como la debilidad en la gestión fiscal, el país ha mostrado una recuperación moderada. Fitch destacó que, aunque la incertidumbre política sigue presente, la estabilidad macroeconómica y la sólida liquidez externa han favorecido el resultado positivo de esta revisión.
El presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, celebró este avance, resaltando que Perú se ha posicionado entre los países mejor calificados de la región, junto con Uruguay, y por detrás de Chile. Este posicionamiento refleja la confianza de los inversionistas en el país, a pesar de los retos existentes.
Perspectivas económicas y desafíos futuros
Fitch prevé que el Producto Bruto Interno (PBI) real de Perú experimentará una recuperación del 3% este año, luego de una contracción en 2023. El impulso de sectores clave como la agricultura, la pesca y la minería, particularmente la producción de cobre, ha sido fundamental para esta reactivación. Sin embargo, el crecimiento de la inversión privada sigue siendo débil, lo que plantea un desafío para mantener una recuperación robusta en el futuro cercano.
Los analistas de Fitch proyectan que, a pesar de los riesgos como la inestabilidad política, fenómenos climáticos adversos y la desaceleración global, el crecimiento económico de Perú podría estabilizarse en torno al 2.5% en los próximos años.