El avance incontenible de las tiendas de conveniencia (TDC) tiene dos lecturas. Por un lado, facilitan la vida del consumidor al evitar desplazamientos largos hacia supermercados cuando solo se necesitan pocos productos; pero, por otro, representan una seria y hasta peligrosa competencia para las bodegas. En algunos casos, estas tiendas llegan a ubicarse contiguas a una bodega, lo que podría poner en riesgo su rentabilidad.
Según el abogado y director de Inmobilex, Miguel Cavero Velaochaga, en determinadas zonas las bodegas y las TDC podrían coexistir. Sin embargo, cuando la competencia impacta en los ingresos, el bodeguero debería considerar un “Plan B”:
- Arrendar el local para otro giro comercial: Realizar un estudio de mercado para identificar un negocio que no exista en la zona y sea viable.
- Relocalización: Buscar una nueva ubicación donde haya demanda para una bodega y no opere una TDC.
- Uso alternativo del predio: Alquilar el espacio como estacionamiento, aunque esto implicaría una reducción significativa en la renta.
Factores a considerar
Antes de tomar cualquier decisión, los bodegueros deben evaluar:

- Uso permitido del predio: Determinar si el local puede ser destinado a fines comerciales, estacionamientos o vivienda.
- Público cautivo: Analizar la lealtad de los clientes cercanos, ya que podrían influir en el éxito de un negocio alternativo en el mismo lugar.
Propuestas para mitigar el impacto
Cavero sugiere que el Estado debería implementar políticas de apoyo, como una exoneración temporal del IGV para bodegueros afectados por la competencia de las TDC, permitiéndoles evaluar opciones de continuidad o cambio en su actividad comercial.
Una oportunidad para propietarios
Los dueños de predios que consideren alquilar espacios a TDC deben saber que estas representan una fuente de ingresos segura en el largo plazo. Según el artículo 1688 del Código Civil, un contrato de arrendamiento puede durar hasta 10 años, lo que garantiza una rentabilidad estable.
En este contexto, el crecimiento de las TDC redefine las dinámicas comerciales y presenta tanto desafíos como oportunidades para bodegueros y propietarios de inmuebles. Adaptarse a estas nuevas realidades será clave para aprovechar el cambio de escenario en el mercado.