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Desde pequeña, Sheyla Pizarro García sintió un vínculo con el lado más dulce de la vida: la repostería. Por eso, lo que para ella era un pasatiempo se convirtió en una idea de negocio en medio del covid-19: SYA Chocotejas, un emprendimiento dedicado a ofrecer brownies, trufas, cupcakes y, por supuesto, chocotejas.

SYA Chcotejas cautiva desde el primer instante.

Después de cuatro meses, Sheyla tiene no solo una buena cuota de clientes fieles, sino también una lista de mensajes y experiencias que la alienta a seguir perfeccionando la personalidad de su emprendimiento. Cuenta, por ejemplo, que una vez las chocotejas fueron las salvadoras de un momento difícil para una familia. “Yo me comprometo desde que me dicen que quieren algún producto”, confiesa la emprendedora de 22 años, quien también es estudiante de arquitectura.

A propósito del compromiso…

Sheyla tiene una convicción con respecto a sus productos: “Así como yo disfruto haciéndolos, quiero que las personas disfruten comiéndolos”. Esta motivación se evidencia tanto en la elaboración de cada dulce como en la presentación personalizada a través de dibujos y mensajes. Ella tiene el eje definido, por eso la palabra que desea depositar en la mente de los clientes es confianza. Confianza no solo en la transacción, sino también confianza para recibir cada producto que, dicho sea de paso, atraviesa un estricto proceso de seguridad.

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Las redes sociales

La emprendedora entiende que las redes sociales son esenciales para cautivar al público y, sobre todo, para generar una fidelidad. Ella se encarga de elaborar el contenido, conversar con los clientes y sostener una interacción post venta. Se trata de una dinámica que le asegura a SYA Chocotejas un acercamiento emocional por parte de los compradores.

Fuente: SYA Chocotejas

Idea de negocio

“Ver una oportunidad más allá de estos tiempos”, reconoce Sheyla, es de valientes. Ella asegura que un emprendedor es sinónimo de voluntad, talento y garra. Su experiencia le ha dado la enseñanza de que una idea de negocio puede surgir como consecuencia de un repaso vivencial: “Yo siempre he hecho esto, pero fue mi mejor amiga quien me convenció de que cree una página”. Una vez creada, la personalidad de la marca ha sido nutrida por la buena actitud y el talento de Sheyla.

Sheyla disfrutando de su trabajo.
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