Cada seis meses, las áreas de Recursos Humanos (RR. HH.) en miles de empresas del país enfrentan una carrera contrarreloj con el pago de gratificaciones. Aunque el marco legal es claro, el proceso sigue presentando desafíos operativos que afectan tanto la precisión como la relación con los colaboradores.
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En julio, con motivo de las Fiestas Patrias, los trabajadores en planilla recibirán una gratificación equivalente a un sueldo íntegro, más una bonificación extraordinaria del 9% a cargo del empleador en reemplazo del aporte regular a EsSalud. Sin embargo, la correcta ejecución de este beneficio aún se ve limitada por la falta de digitalización en muchos procesos de nómina.
Gestión manual: una práctica con riesgos
A pesar del avance hacia la transformación digital en varias áreas corporativas, muchas organizaciones continúan gestionando sus planillas con archivos de Excel, correos manuales y validaciones cruzadas. Este enfoque no solo consume tiempo, sino que incrementa el margen de error, especialmente en un proceso tan sensible como el cálculo y pago de gratificaciones.
“Lo que muchas empresas aún no dimensionan es que el pago de gratificaciones no es solo una tarea administrativa, sino un momento clave en la relación con los trabajadores. Si algo falla, se afecta la confianza”, advierte Daniel Abusabal, Country Manager de Talana en Perú.
Cuatro puntos críticos en la gestión de gratificaciones
Desde Talana, empresa especializada en soluciones de RR. HH., se identifican cuatro aspectos clave que las áreas responsables deben tener en cuenta para evitar errores:
- Cálculo proporcional: Si el trabajador no laboró el semestre completo, se debe pagar una sexta parte del sueldo por cada mes calendario trabajado. Este cálculo puede generar errores si no se automatiza.
- Descuentos correctos: La gratificación solo está sujeta al impuesto a la renta de quinta categoría. No deben aplicarse descuentos por AFP, ONP o EPS, lo que debe quedar reflejado con claridad en la boleta de pago.
- Gratificación trunca: En caso de cese antes de julio, corresponde una gratificación proporcional. Sin un sistema que lo registre y alerte, este pago puede omitirse fácilmente.
- Comunicación y trazabilidad: Automatizar el proceso no solo agiliza pagos, también permite entregar reportes claros al trabajador y evitar confusiones o reclamos.
Una decisión estratégica pendiente
Para Abusabal, la brecha no está en la falta de herramientas, sino en la toma de decisiones. “Hoy existen plataformas adaptadas a todo tipo de empresas. No se trata de grandes inversiones, sino de dar el paso hacia una cultura más moderna y eficiente”, sostiene.
Además de cumplir con la normativa, la automatización tiene beneficios adicionales: mejora la experiencia del colaborador, reduce la carga operativa del área de RR. HH. y entrega datos valiosos para la gestión organizacional.
En un contexto en el que la relación con el talento es clave, el correcto pago de la gratificación —más que un trámite— representa una oportunidad para fortalecer la confianza, la transparencia y el compromiso dentro de la organización.
