En Piura, disfrutar de un postre sin miedo a que “caiga mal” ya es posible. Moush, un emprendimiento local creado por Estefanía Rondoy, ofrece postres personales, cuchareables y deliciosos alfajores, con una propuesta única: opciones deslactosadas que permiten comer sin remordimientos, cuidando la salud y el bienestar de sus clientes.
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Los inicios de Moush
La historia de Moush surge de una experiencia personal. Estefanía descubrió que la leche le caía mal, algo que también afectaba a muchos de sus amigos. Esa incomodidad la inspiró a crear una propuesta diferente: postres deliciosos que cualquiera pudiera disfrutar sin temor a la lactosa.

De esa idea surgió el tres leches deslactosado y la torta de chocolate sin lactosa, que rápidamente se convirtieron en los favoritos de su entorno. Además, la carta incluye alfajores, empanadas y cheesecake.
El nombre del emprendimiento también tiene una historia especial: Moush proviene de la fusión entre mousse (crema) y el sonido que hacemos al saborear algo rico.
La primera venta que lo cambió todo
La primera clienta de Moush fue una amiga cercana, Alexandra. Ella solía comer postres con lactosa a pesar de que le caían mal. Estefanía decidió probar una versión deslactosada del tradicional tres leches y el resultado fue un éxito.
“Le encantó y no le hizo daño. Después su familia también empezó a pedirme y pensé: si a ellos les funciona, seguramente hay más personas que buscan lo mismo”, recuerda la emprendedora.
Así nació oficialmente Moush, con la misión de brindar postres que no solo endulzan, sino que también cuidan.
Los retos de emprender
Como todo negocio, Moosh enfrentó dudas y temores. “Siempre me venía la frase: ¿y si no funciona?”, confiesa Estefanía. Sin embargo, con el apoyo de su familia y amigos decidió lanzarse.
Hoy, cada mensaje positivo de sus clientes le confirma que valió la pena: “Saber que alguien puede disfrutar de un postre sin culpa y sin malestar me llena de emoción. Es sentir que estoy aportando a un momento de felicidad”.
Estefanía recomienda a quienes quieran empezar un negocio no dejarse frenar por el miedo:
“Aunque no sea perfecto, lánzate. En el camino lo puedes ir puliendo. Rodéate de personas que te apoyen y celebra cada pequeño logro, porque esos pasos son los que te llevan a cumplir grandes metas”.
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