En la actualidad, muchos son los aficionados por realizar postres caseros con sabores deliciosos. Sin embargo, hay quienes llevan la pastelería un nivel más. Los profesionales, los pastry chef. Hoy conoceremos el ingenio de Edú Moscol Oliva, detrás de su arte pastelero.
El joven Axel Edú Moscol Oliva es un pastry chef de profesión. Habiendo sido educado en la prestigiosa escuela gastronómica Le Cordon Bleu Perú, ha tenido una carrera bastante exitosa.
En su trayectoria profesional, ha trabajado para la reconocida cadena hotelera Marriott Perú, Marriott México, el restaurante Wallqa by Le Gordon Bleu Perú y realizado master classes en el IED de Madrid y ICEP HOTEL SCHOOL Rumanía.
Su experiencia le ha valido desarrollar no solo habilidades gastronómicas, sino también artísticas. Para él la pastelería no solo es un rubro más del sector gastronómico, es un arte.
El arte pastelero en la pandemia
Con la llegada del coronavirus, la realidad cambió. La de Edú Moscol, también. En este panorama, Edú Moscol manifiesta, «el día 0 estaba totalmente perdido. No entendía bien qué era lo que pasaba. Pese al desconcierto de ese día, muy en el fondo era consciente de la oportunidad que se me presentaba para crecer».
Es por eso, que siguiendo su ideología refirió que «los tiempos difíciles son un gran trampolín para crecer». Y empezó su crecimiento de forma personal y familiar.
Al principio de la pandemia, no pensó en un negocio. «Este emprendimiento nace con unas ganas de compartir mi arte. En la tercera o cuarta semana de cuarentena me sentía con ganas de hacer postres en mi casa para compartirlo con mis familiares y vecinos», sostiene.
Pastelería desde casa
“Antes de la cuarentena, no solía hacer postres en mi casa. El 100% de la pastelería que producía, se materializaba y distribuía en mi centro de trabajo”, señala.
Con la llegada de la pandemia, a través de su Instagram comenzó a compartir recetas con sus seguidores. «En redes pegaron mucho los tutoriales de postres. Entonces, me animé a hacer los tutoriales. Luego hacer clases online, en Instagram», puntualiza.
Debido a la acogida, materializó su emprendimiento. «El día de la madre fue el momento perfecto para ya vender mis postres, la reconocí como una fecha propicia. A la mamá uno la quiere engreír, entonces yo dije -este es el momento-«, declara.
A partir de entonces, el crecimiento fue progresivo. Ahora, “hago asesorías a marcas nacionales de chocolate como FAGEX Perú. Clases en vivo a través de redes sociales y venta de productos en Lima y Piura”, agrega.
Reinvención
Rescata que su carrera como pastry chef le ha enseñado a reconocer la pastelería como un arte y a valorar sobre todo el trabajo en equipo. “Eso es algo que mantengo hasta ahora. Incluso mi casera de frutas e insumos, es parte de mi equipo también”, refiere.
«En el sector gastronómico hotelero, siempre hubo un alto estándar de limpieza, calidad y desinfección», destaca. Por lo que la pandemia solo ha intensificado su proceso de limpieza y desinfección en su producción, aunque ya hayan sido habituales en él desde antes.
Es muy cuidadoso en en su entrega al cliente. Tanto con sus consumidores como con el medio ambiente. «En el empaquetado del producto utilizo cartón biodegradable, lo cubro con papel film, lo desinfecto y luego lo envío al hogar del cliente», explica.
Es así que Edú Moscol se reinventó. No dejó su profesión de lado, sino que la adaptó a una nueva normalidad, la cual más que un obstáculo significó una oportunidad de crecimiento, aprendizaje e independencia económica.
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