La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a productos chinos ha generado incertidumbre en la economía global, con repercusiones que podrían ser tanto positivas como negativas para el Perú. Según Cristian Maraví, economista y profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Piura (UDEP), este conflicto comercial podría encarecer los costos de producción y consumo, pero también abrir oportunidades comerciales si el país logra mejorar su competitividad.
Oportunidad para ganar mercado
El economista señala que el Perú podría beneficiarse si logra reemplazar productos chinos y estadounidenses en el mercado internacional. Con el encarecimiento de bienes fabricados en estas economías, las exportaciones peruanas podrían volverse más competitivas. Sin embargo, advierte que este escenario es poco probable en el corto plazo, ya que el país necesitaría desarrollar bienes altamente tecnológicos con ventajas comparativas frente a otros proveedores.
«El Perú tendría una oportunidad de ganar mercado si mejora su competitividad y sustituye productos chinos y estadounidenses con alternativas locales más accesibles», explica Maraví. No obstante, subraya que esto requerirá inversiones significativas en innovación, educación y políticas industriales que fortalezcan sectores estratégicos.

Impacto en los costos de producción y consumo
Por otro lado, el aumento de aranceles podría impactar negativamente a sectores clave de la economía peruana. El encarecimiento de insumos importados desde EE.UU. y China elevaría los costos de producción para empresas locales, lo que se trasladaría al precio final de bienes y servicios.
Un ejemplo claro es el caso de Ford, que importa motores desde China para ensamblar modelos como la Ford Escape, un vehículo con alta demanda en el Perú. Si el costo de estos componentes aumenta debido a los aranceles, el precio final de los automóviles también subiría, afectando directamente a los consumidores peruanos.
Además, dado que el Perú depende en gran medida de insumos y productos finales importados de EE.UU. y China, cualquier incremento en los costos de producción en estos países podría traducirse en precios más altos para bienes importados. Esto afectaría no solo a los consumidores, sino también a sectores como la manufactura y la tecnología, que dependen de insumos extranjeros.
Respuesta de China y su impacto global
En respuesta a los gravámenes adicionales del 10 % impuestos por el presidente Donald Trump, China anunció nuevos aranceles del 10 % al 15 % sobre ciertos productos estadounidenses. Esta escalada en la tensión comercial podría alterar las cadenas de suministro globales y afectar economías dependientes del comercio con ambas potencias, incluido el Perú.
Maraví señala que esta disputa comercial podría generar oportunidades para economías emergentes como la peruana, siempre que se fortalezca la capacidad productiva nacional. «El desafío está en desarrollar tecnologías propias y consolidar ventajas comparativas en sectores estratégicos», afirma el economista.
Desafíos y oportunidades para el Perú
Para aprovechar la coyuntura, el Perú necesita implementar políticas que fomenten la innovación y mejoren la competitividad. Según Maraví, esto incluye:
- Inversión en innovación : Desarrollar tecnologías propias que permitan competir en mercados internacionales.
- Fortalecimiento de sectores estratégicos : Consolidar ventajas comparativas en áreas como la agroexportación, minería y manufactura.
- Políticas industriales : Implementar medidas que incentiven la producción local y reduzcan la dependencia de insumos importados.
Como conclusión, Maraví afirma que, aunque la guerra comercial entre EE.UU. y China genera incertidumbre en el comercio global, también representa un desafío y una oportunidad para economías emergentes como la peruana. El desenlace de este conflicto determinará su impacto real en los próximos años.