Te dejamos una columna de opinión escrita por Brenda Silupú, docente de la Universidad de Piura. ¡Toma nota de los consejos, emprendedor!
Hacer negocio en estos tiempos no es nada fácil. La gestión empresarial, que tradicionalmente aplicaban muchos empresarios, no es la misma en esta época de crisis.
Esto se explica porque la demanda de los clientes ha disminuido, debido a un cambio de sus gustos y preferencias que los llevan a elegir productos o servicios estrictamente necesarios y que cumplan con las normas de bioseguridad.
El gasto del consumidor, en reuniones sociales, turismo, diversión, entretenimiento, cuidado personal, en ropa y calzado de moda y otros gustos, está restringido. Pues – en tiempo de pandemia – existe el temor de contagio, o de lo contrario son gastos no necesarios.
Ahora, prioriza sus gastos en alimentos, educación, cuidados de la salud; y ahorra, por si debe solventar gastos de enfermedad. Ante este nuevo perfil del consumidor, las pequeñas empresas deben rediseñar su modelo de negocio y hacer que su producto o servicio se adapte a las nuevas exigencias del consumidor.
Esto implica: adoptar practicas de negocios que lleven a fidelizar a sus clientes, mejorar sus canales de comercialización y de comunicación y atender ventas más personalizadas.
Actualmente, las empresas deben enfocar más su atención en el cliente: manteniendo un volumen de stock de mercaderías, de acuerdo con lo que proyectan vender.
Disponiendo de una base de clientes; analizando su frecuencia de compra, preguntándole sobre su conformidad del producto o servicio, sus próximos pedidos, etc.
Ten en cuenta que, cuando existe un exceso de oferta y es limitada la demanda, los precios tienden a disminuir.
En este caso debes evaluar los precios de tus competidores y buscar el modo de diferenciarte de ellos, ofreciendo un valor agregado en el producto o servicio, así podrás mantener fidelizado a tu cliente.