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El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) ha ajustado la tasa de interés máxima que las instituciones financieras pueden aplicar en créditos de consumo y para microempresas, elevándola de 109.83% a 112.98%. Aunque parece contradictorio, este cambio podría abrir la puerta para que más personas accedan a créditos formales, según lo indican expertos en el tema.

Contexto de la regulación de tasas de interés

Tras la pandemia, el Congreso implementó una serie de normativas para mitigar el impacto económico en las familias. Una de ellas fue la ley N° 31143, promulgada en 2021, cuyo objetivo era proteger a los consumidores de servicios financieros de tasas de interés abusivas. Esta ley asignó al BCRP la responsabilidad de fijar los límites máximos de las tasas de interés para mejorar el acceso a financiamiento tanto de personas como de microempresas.

Sin embargo, el impacto de estos topes no fue el esperado. De acuerdo con la entidad monetaria, cerca de medio millón de personas quedaron fuera del sistema financiero por las limitaciones impuestas. Julio Velarde, presidente del BCRP, criticó en su momento esta regulación por excluir a los créditos de bajo monto, catalogándola como una medida ineficaz, aunque popular en varios países.

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¿Por qué la banca puede cobrar hasta 112% en créditos?

Con la normativa vigente, las instituciones financieras están obligadas a respetar el límite máximo de la tasa de interés establecida por el BCRP. Esto implica que, si el riesgo de impago de un cliente excede el nivel permitido por la tasa, las entidades prefieren no otorgar el crédito.

Inicialmente, el tope se fijó en 83.4%, pero debido al comportamiento del mercado y a la evolución de las tasas de interés promedio, el BCRP ha realizado ajustes hasta alcanzar el 112.98%. Esta subida refleja el incremento del riesgo asociado a los créditos de consumo, que ha empeorado en un contexto de lenta recuperación económica.

¿Qué provoca el aumento de las tasas?

Según Walter Leyva, docente de finanzas de la universidad Esan, el alza en las tasas de los créditos de consumo, que actualmente alcanzan el 55.8% en bancos, responde a un mayor riesgo de impago. Este aumento en la morosidad, que ha pasado del 3.48% al 3.78% en el último año, ha obligado a las instituciones financieras a cubrirse mediante tasas más altas. De acuerdo con Leyva, «a mayor riesgo, mayor retorno», lo que explica el ajuste en las tasas.

¿Quiénes se verán favorecidos por estas tasas de hasta 112%?

Aunque el aumento de las tasas de interés no es bien recibido por el público, puede beneficiar a aquellos segmentos que anteriormente no tenían acceso al sistema financiero. Leyva señala que, al elevarse el límite de la tasa, las instituciones financieras estarán más dispuestas a otorgar préstamos a personas con mayor riesgo crediticio, como aquellas que viven en zonas rurales o en los conos de las ciudades, donde los costos operativos y el riesgo de impago son más elevados.

La flexibilización del tope también abre la posibilidad de ofrecer créditos formales a quienes tradicionalmente recurren a métodos de financiamiento informales, como el «gota a gota». En este sentido, se estima que se generarán más oportunidades para acceder a créditos de consumo y microempresas, especialmente aquellos de menos de S/10,000.

Impacto en zonas rurales y periurbanas

La mayor flexibilidad en las tasas beneficiaría a pequeños negocios y personas ubicadas en áreas rurales y periurbanas. Estos sectores, que enfrentan mayores dificultades para acceder al sistema financiero, ahora podrían obtener financiamiento a pesar de los altos riesgos que representan para las entidades. Además, las microfinancieras verían una oportunidad para aumentar su cartera de clientes en estas zonas al poder aplicar tasas más acordes al nivel de riesgo que asumen.

Beneficios para nuevos prestatarios y trabajadores informales

Ronald Casana, representante del Colegio de Economistas de Lima, indica que este reajuste en los topes beneficiará principalmente a nuevos prestatarios, como jóvenes que buscan su primer crédito o aquellos que no cuentan con un historial crediticio. La relajación en los límites permitirá que las entidades financieras amplíen su base de clientes, incluyendo a personas que antes no calificaban para un crédito debido a los estrictos controles de riesgo.

Asimismo, Casana menciona que el ajuste llega en un momento clave, cerca de la última campaña del año, lo que podría impulsar el dinamismo del mercado crediticio en este periodo. Los trabajadores informales, que representan una gran parte de la población económicamente activa, también se verían beneficiados, ya que tendrían mayores oportunidades de acceder a préstamos formales bajo estas nuevas condiciones.

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