Perú se ubica entre las economías menos competitivas de América Latina, según el Ranking Mundial de Competitividad 2025, elaborado por el Institute for Management Development (IMD) en conjunto con Centrum PUCP. En esta edición, el país ocupa el puesto 60 de un total de 69 economías analizadas, superando únicamente a Argentina y Venezuela dentro de la región.
Este informe evalúa anualmente la capacidad de los países para generar valor a largo plazo a partir de cuatro factores clave: desempeño económico, eficiencia gubernamental, eficiencia empresarial e infraestructura. En ese sentido, los resultados muestran una caída preocupante de la competitividad peruana frente a sus pares regionales.
Tendencia negativa a pesar de una leve mejora reciente
Aunque en 2024 Perú logró subir tres posiciones en el ranking, pasando del puesto 63 al 60, este avance no representa una mejora estructural. Por el contrario, se trata de una recuperación parcial frente a la caída registrada en los años anteriores. Cabe recordar que entre 2021 y 2023, el país todavía se mantenía dentro del top 50, lo cual evidenciaba un panorama más favorable.

A largo plazo, sin embargo, el deterioro ha sido notorio. Según Luis del Carpio, director de Programas de Centrum PUCP, “en 2008, Perú se encontraba en la posición 35, lo que indica un declive constante en términos de competitividad durante los últimos años”. Este retroceso responde, entre otras razones, al impacto prolongado de la pandemia, así como a debilidades estructurales que el país aún no logra superar.
En comparación con la región, Perú muestra un rezago
A nivel latinoamericano, Chile mantiene el liderazgo regional desde el puesto 42. Le siguen Colombia (54), que ha mostrado avances consistentes, México (55) y Brasil (58). En ese contexto, la posición de Perú en el lugar 60 refleja un rezago importante frente a sus principales socios comerciales y vecinos regionales.
Además, el informe indica que, en el panorama global, solo Argentina y Venezuela presentan menores niveles de competitividad que Perú. Ambos países enfrentan crisis estructurales profundas, aunque en el caso argentino, algunos analistas observan signos de una eventual recuperación.
Factores que explican el bajo rendimiento del país
El descenso en el ranking obedece a una combinación de problemas estructurales y coyunturales. Entre los principales desafíos que enfrenta Perú destacan:
- La inestabilidad política y la falta de continuidad en las políticas públicas.
- El déficit en infraestructura y la escasa inversión en tecnología e innovación.
- La alta informalidad laboral, que limita el desarrollo económico sostenible.
- La baja productividad en sectores clave y los reducidos niveles de competitividad empresarial.
- La inseguridad jurídica y la burocracia excesiva, que desalientan la inversión extranjera.
En este sentido, el entorno actual no resulta suficientemente atractivo para captar capitales ni fomentar nuevos emprendimientos, lo que repercute directamente en el índice de competitividad.
Reformas necesarias para revertir la situación
Frente a este escenario, el informe sugiere una serie de acciones estructurales urgentes que podrían contribuir a mejorar la competitividad del país. Entre ellas se encuentran:
- Reformar el sistema educativo, con énfasis en capacidades digitales y técnicas.
- Fortalecer el Estado de derecho, con reglas claras y previsibilidad para los inversionistas.
- Reducir la burocracia y promover un entorno favorable para hacer negocios.
- Fomentar la innovación y la productividad a través de incentivos y alianzas público-privadas.
- Formalizar el mercado laboral y promover políticas de inclusión económica.
En definitiva, se requiere una visión de largo plazo y un trabajo coordinado entre el sector público y el privado para generar las condiciones necesarias que permitan al país recuperar terreno.
Un llamado a la acción conjunta
Si bien el panorama es complejo, todavía es posible revertir la tendencia negativa. El compromiso político, la estabilidad institucional y una estrategia de desarrollo clara podrían permitir que Perú recupere competitividad, no solo en la región, sino también a nivel global.
El Ranking de Competitividad 2025 refleja una alerta para el país. Si no se aplican reformas profundas y sostenidas, el Perú corre el riesgo de seguir perdiendo oportunidades frente a economías que, pese a enfrentar desafíos similares, han logrado avanzar con mayor decisión hacia modelos más competitivos y sostenibles.