Las inversiones de corto y mediano plazo se perfilan como una opción clave para mover la liquidez durante 2026, en un contexto de estabilidad macroeconómica en el Perú. De acuerdo con proyecciones económicas recientes, la inflación controlada, el equilibrio cambiario y un crecimiento sostenido crean condiciones favorables para una gestión más activa de portafolios. En este escenario, especialistas recomiendan priorizar la diversificación, el escalonamiento de vencimientos y una adecuada gestión del riesgo para mantener liquidez y buscar mejores rendimientos.
Escenario económico y gestión de portafolios en 2026
El cierre de 2025 deja un panorama macroeconómico estable para el Perú. Según proyecciones del Instituto Peruano de Economía, la inflación se mantiene controlada, el tipo de cambio muestra estabilidad y el crecimiento económico bordea el 3.2%. Este entorno impulsa a los inversionistas a dejar posiciones defensivas y avanzar hacia estrategias orientadas a la construcción activa de portafolios.
Bajo este contexto, la gestión de liquidez cobra mayor relevancia, ya que permite responder a necesidades de corto plazo sin descuidar oportunidades de rentabilidad en el mediano plazo.

Alternativas de inversión para rentabilizar la liquidez
Jorge Castillo, jefe de inversiones de Grupo Coril Sociedad Administradora de Fondos, explicó que existen diversas herramientas financieras para administrar la liquidez durante 2026.
Los fondos monetarios ofrecen una solución para la gestión diaria de recursos. Estos instrumentos priorizan la seguridad y la disponibilidad inmediata. En el caso de los fondos denominados en dólares, además, aportan diversificación cambiaria y rendimientos potencialmente mayores.
La renta fija con duración escalonada se presenta como una estrategia ante un posible ciclo de reducción de tasas de interés. A través de una estructura conocida como escalera de bonos, los inversionistas pueden iniciar con instrumentos de menor plazo, entre uno y tres años, y avanzar de forma gradual hacia vencimientos más largos. Esta estrategia permite capturar rendimientos mientras se gestiona el riesgo de tasa.
Los papeles comerciales mantienen su atractivo como instrumentos de bajo riesgo. Una cartera con vencimientos distribuidos en diferentes plazos, como tres, seis, nueve y doce meses, genera flujos constantes de liquidez y suele ofrecer tasas más competitivas que los depósitos tradicionales.
Coberturas y control del riesgo financiero
Para reducir la exposición a la volatilidad, los inversionistas también pueden recurrir a coberturas cambiarias y de tasa mediante derivados financieros. Estas herramientas permiten proteger operaciones en moneda extranjera y asegurar costos de financiamiento, lo que fortalece la gestión del riesgo en portafolios diversificados.
“En un Perú con bajo riesgo país y con un ente supervisor como la Superintendencia del Mercado de Valores que fortalece el mercado, la combinación de herramientas reguladas es esencial. Nuestra recomendación para 2026 es clara: establecer objetivos definidos, realizar entradas escalonadas y definir métricas de riesgo precisas”, señaló Jorge Castillo.




















