En el marco del Día Internacional de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MYPES), es importante reflexionar sobre los retos que enfrenta este sector, clave en la economía del país. Según cifras del Ministerio de la Producción, más del 99 % de las empresas en el Perú pertenecen a esta categoría. Además, son una fuente esencial de empleo y dinamismo económico en todo el territorio.
Sin embargo, pese a su relevancia, muchas MYPES suelen descuidar aspectos fundamentales, entre ellos, la seguridad. Tanto en su dimensión física como digital, este es un factor que puede marcar la diferencia entre la continuidad o el cierre de un negocio. Frente a ello, contar con estrategias preventivas se vuelve indispensable.
Cecilia Soto, gerenta de Comunicaciones y Marca de Verisure Perú, señala que existen errores frecuentes que pueden evitarse con medidas simples y accesibles. A continuación, detalla los principales riesgos y cómo enfrentarlos de manera efectiva:

1. Falta de control en el acceso a zonas restringidas
En primer lugar, uno de los fallos más comunes es permitir el ingreso sin control a áreas sensibles como almacenes, oficinas o espacios con equipos de valor. Este descuido puede derivar en robos, pérdidas materiales e incluso comprometer la seguridad del personal.
2. Subestimar las amenazas digitales
Por otro lado, muchos negocios creen que la ciberseguridad es solo un tema de grandes empresas. No obstante, hoy en día las MYPES también manejan datos sensibles, transacciones en línea y redes internas vulnerables.
En este contexto, usar contraseñas débiles, no actualizar los sistemas o carecer de antivirus expone a la empresa a ciberataques. La especialista recomienda crear contraseñas robustas, activar copias de seguridad automáticas y utilizar software de protección confiable, incluso si es básico.
3. No contar con un sistema de alarma profesional
Además, es común pensar que por ser negocios pequeños, no requieren sistemas de protección especializados. Esta percepción, sin embargo, puede convertirlos en blancos fáciles de robos, sobre todo si operan en horarios extendidos o zonas con baja vigilancia.
4. Desconocer la seguridad del entorno
Asimismo, muchos negocios no evalúan los riesgos externos. La ubicación de un local también puede implicar peligros, como calles con poca iluminación, antecedentes delictivos o escasa presencia policial.
Por ello, es fundamental realizar una evaluación del entorno. “Reforzar los puntos vulnerables con sensores de movimiento, cámaras visibles y seguridad perimetral puede tener un efecto disuasivo importante”, señala Soto.
5. No capacitar al personal en seguridad
Finalmente, contar con tecnología avanzada no es suficiente si el equipo humano no está preparado. Muchos trabajadores desconocen cómo actuar ante amenazas como suplantación de identidad, llamadas fraudulentas o correos maliciosos.
Frente a esto, implementar capacitaciones periódicas es una medida clave. Instruir sobre protocolos de apertura y cierre, uso adecuado del sistema de alarmas, identificación de riesgos y respuesta ante emergencias contribuye a crear una cultura de seguridad. “La seguridad debe entenderse como una responsabilidad compartida”, enfatiza la vocera de Verisure.
Seguridad como inversión estratégica
En definitiva, proteger un negocio va más allá de instalar una cámara o cerrar una puerta. Implica construir un entorno confiable que prevenga pérdidas y garantice la continuidad operativa. En un contexto donde los riesgos evolucionan constantemente, invertir en seguridad es apostar por el futuro de las MYPES.