Balerinas y Más es una marca de calzado que no solo se caracteriza por ofrecer modelos innovadores, sino también por tener como pilar el cuidado por la vida animal. Quien está detrás de esta iniciativa es Ana Karen Cornejo Eslava, una piurana que ha establecido en Lima un negocio con conciencia, generador de puestos de trabajo e impulsor de la ayuda social.
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Ana Cornejo estaba a punto de cursar el sexto ciclo de la carrera de Arquitectura cuando decidió empezar su vida matrimonial y, junto con ella, reforzar su gusto por el diseño de ropa y zapatos mientras velaba por su primer hijo.
Piura, su lugar de nacimiento, fue el sitio que la aposentó hasta cuarto de secundaria, después se mudó a Lima y desde ese entonces no ha dejado de crear.
Iniciativa
La permanencia en casa ocasionó que Ana Cornejo ideara alguna posibilidad de negocio que vaya acorde con sus gustos. “Soy fanática de los zapatos. Así que empecé a averiguar los materiales con que estaban hechos, la procedencia del cuero vacuno y todo lo que viene detrás de cada confección. Me pregunté entonces: ¿dónde puede encontrar zapatos bonitos y que no sean de cuero?”
La búsqueda comenzó y el material que se adecuaba a sus exigencias, inicialmente, era el cuero sintético, pero pronto cayó en cuenta de que no se acomodaba del todo al factor calidad. Así que descubrió el cuero de microfibra, que es mucho más resistente que el sintético.
Entonces, con 200 soles en mano y el apoyo ilimitado de su esposo, Jhancarlo Segura Concha, compró seis pares de zapatos, luego una docena y, de este modo, la venta se extendió.
Balerinas y Más
Han pasado casi cinco años desde que esta iniciativa dio frutos. Durante el camino, el trabajo y la renovación han sido vitales para que Balerinas y Más tenga los más de 72 mil seguidores que ahora tiene en su página de Facebook, muchos de ellos, clientes fieles.
Fue Jhancarlo, el gran apoyo de Karen, quien decidió ir a Trujillo para tener un trato más cercano con el producto y con quienes lo fabricaban. Pero esta experiencia evidenció una problemática que pasa desapercibida cada vez que un par de zapatos llega a las manos del cliente: la explotación infantil.
Fábrica propia
Balerinas y Más ya tenía como eje el cuidado animal cuando, al ver a niños de 8 años trabajando en Trujillo, cayó en cuenta de que podía seguir haciendo más por la sociedad.
Ana Karen y Jheancarlo decidieron, entonces, invertir lo ahorrado en instalar su propia fábrica de calzado. Esta propuesta colocó a artesanos experimentados y a mujeres trabajadoras frente a puestos laborales bien remunerados y direccionados hacia el respeto por la integridad física.
Concepto del negocio
El éxito de Balerinas y más no solo se debe a la calidad de sus productos y a la excelente organización del servicio de entrega, sino también al respaldo humano que la marca posee.
El cuidado animal y la postura de ir en contra de la explotación infantil son dos de los tres pilares con los que la empresa recorre el mundo de los negocios. El tercero es un paso denominado “Dona y recicla”
“Dona y recicla” busca hacer de los clientes colaboradores del cambio social. Consiste en solicitarles zapatos que ya no usen para repararlos en la fábrica propia y luego donarlos a alguna ONG. “Nuestra finalidad es que quienes son parte de la familia Balerinas y más también se humanicen y nos ayuden a hacer más fuerte ese respaldo social”, cuenta Ana Cornejo.
Miedos
Si bien ahora la empresa cuenta incluso con una aplicación para que los usuarios sigan un proceso de compra mucho más ágil, el miedo ha sido parte de cada paso importante: la inversión, la creación de la fábrica, la innovación en modelos, la aplicación virtual…
“Dicen que uno debe hacer las cosas incluso con miedo, así que no fue la excepción”, confiesa Ana Karen, quien a lo largo de estos cinco años ha asumido cada crecimiento de la empresa como un peldaño que ha implicado mucha fuerza de voluntad y confianza. Ella ha demostrado que el miedo puede servir como empuje, mas no como tope.
Acogida
“Si puedo acceder a un zapato con una descripción que respalda al entorno en el que vivimos, apoyo la causa y me vuelvo hincha”, es uno de los comentarios que Balerinas y Más ha recibido por parte de los clientes. Es que el apoyo no se ha hecho esperar, además de Lima, Las provincias como Piura y Arequipa forman parte de la lista de clientes fieles.
Expectativas
Después de estos años en el mercado, Ana Karen ha decidido a establecer la primera tienda física en el distrito La Molina. El apoyo de Jhancarlo, su esposo, ha sido fundamental y su labor de manejar el marketing de la empresa también. La expectativa es vender franquicias luego y que los pilares de la marca sigan siendo los protagonistas. “Estamos decididos a seguir siendo coherentes y trabajar para que la clientela quede encantada y fidelizada”, concluye la emprendedora.
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