En épocas de crisis es cuando ellas sacan a relucir su garra emprendedora. Tres beneficiarias del programa Juntos del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), en Piura, han iniciado negocios con la ayuda del subsidio que reciben del Estado.
Su finalidad es generar ingresos adicionales para sus hogares. En el contexto de la Emergencia Sanitaria y el Estado de Emergencia Nacional, dispuestos por el Gobierno, para mitigar la expansión de la COVID-19.
Además del abono de Juntos, estas jefas de hogar han encontrado en las redes sociales un aliado para promocionar sus productos. Además, lo hacen sin exponerse al riesgo de contagio de la pandemia en una de las regiones más afectadas.
Beneficiarias del programa
Adriana Jiménez. Centro poblado Yanchala, en la provincia de Ayabaca. La usuaria líder del programa en su comunidad inició un emprendimiento de venta de productos lácteos.
“Debido al virus, ahora solo entrego mis quesos por delivery. Me llaman o escriben al WhatsApp y salgo con mi mascarilla, mi alcohol y guardando siempre el distanciamiento social obligatorio”, detalla.
Gabina Ayala. Centro poblado de Nuevo Paraíso, del distrito de Colán, en Paita. Ella logró ahorrar parte de los abonos que recibe del programa Juntos, para iniciar un negocio de venta de ropa.
“Facebook y WhatsApp se han convertido en una gran ayuda para promocionar y vender mis productos. Subo fotos de la mercadería que me llega y muchas personas me escriben para preguntarme por los precios o la disponibilidad de las tallas», señala.
«Además, ofrezco el servicio de delivery, que muchas personas prefieren para no exponerse al virus en el mercado”, agrega.
Evelyn Romero. Querecotillo, Sullana. Ella vio en el uso obligatorio de las mascarillas y los protectores faciales una oportunidad para emprender.
“Todos los días subo fotos a mis estados de WhatsApp y Facebook mostrando las tallas y los colores disponibles. Así es como he logrado vender mis productos”, relata.
Es importante resaltar que el programa Juntos entrega un incentivo monetario a los hogares siempre y cuando cumplan con el compromiso de llevar a sus hijos al colegio y a sus controles médicos.
Sin embargo, mientras dure el Estado de Emergencia, estas corresponsabilidades han sido suspendidas.
Con la pandemia, las beneficiarias buscan nuevas formas de generar ingresos para sus familias, por ello invierten parte del incentivo monetario que reciben en la compra de mercadería o insumos.
