La liberación del expresidente Alberto Fujimori desencadenó una serie de preocupaciones en el ámbito económico peruano. Especialmente en el contexto de su intento por ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Expertos señalan que las acciones del Estado, al desafiar abiertamente sentencias de corte internacional, generan un ambiente hostil para la inversión extranjera, complicando aún más el panorama económico del país.
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El director del Banco Central de Reserva (BCRP), José Távara, alerta sobre la percepción negativa que podría surgir entre analistas y abogados internacionalistas. Quienes asesoran a empresas extranjeras interesadas en invertir en Perú. La decisión de desconocer acuerdos internacionales, especialmente aquellos emitidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), se percibe como una amenaza a la seguridad jurídica, un aspecto crucial para atraer inversiones.
Situaciones similares
La reciente controversia alrededor de la liberación de Alberto Fujimori se compara con otras situaciones que generan ruido en el ámbito internacional. Como la investigación que involucra a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides. El exministro de Economía, Luis Miguel Castilla, destaca que aunque el tema tiene un componente político, el desconocimiento de tratados internacionales afecta la percepción del país como respetuoso del ordenamiento legal, impactando negativamente en la atracción de inversiones.
La falta de cumplimiento de recomendaciones de la OCDE orientadas a fortalecer la institucionalidad también aleja a Perú del organismo, según Távara. El riesgo de percepción de inseguridad jurídica se agudiza, y las inversiones multinacionales podrían retraerse. Castilla Rubio considera improbable que Perú se adhiera a la OCDE en 2026, como se había proyectado. Destacando la importancia del respeto al derecho internacional para atraer inversores extranjeros.
En conclusión, la decisión de desconocer fallos internacionales y la falta de cumplimiento de recomendaciones de la OCDE plantean desafíos significativos para la imagen de Perú como un destino favorable para la inversión extranjera, complicando sus perspectivas de ingresar a este importante organismo internacional.
