Nancy Coronado Chero es la coordinadora de la Feria de Artesanos de Piura, que se realiza en la puerta número 4 de la Universidad Nacional de Piura y funciona cada mes durante dos semanas, ofreciendo a los artesanos y productores locales una plataforma para exhibir y vender sus productos.
Nancy no siempre se dedicó a las artesanías, aunque toda su vida se había sentido atraída por las artes y las manualidades. Ella estudió la carrera de administración de empresas, y luego estuvo trabajando en una empresa de transportes en Talara.
Cuando sus hijos terminaron la escuela, se mudaron a Piura para comenzar sus estudios universitarios, y Nancy Cornado decidió dejar su trabajo en la empresa de transportes para poder acompañarlos.
Un nuevo capítulo:
Al no conocer mucha gente en la ciudad, optó por tomar una nueva dirección laboral, una que se alineara más con sus intereses personales. Entonces comenzó a llevar cursos y talleres de artesanías para comenzar a vender sus creaciones. Han pasado 7 años desde que inició.
“Nos vamos capacitando. Yo siempre viajo a Lima para llevar nuevos cursos. Uno como artesana hace muchas cosas, pero más me inclino a veces por los jabones, las velas y por los muñequitos tejidos.”, comenta Nancy.
A medida que Nancy se capacita, también comparte sus aprendizajes con otras personas que desean aprender. “Como veo que hay gente que quiere aprender, entonces me he desarrollado más y me he inclinado por dar clases”.
Los talleres que se dictan en la feria:
«Nosotros queremos capacitar a más mujeres que como nosotros quieran salir adelante y por eso les cobramos un precio módico que sirve para ofrecerles el material”. Los talleres se realizan los fines de semana a partir de las 12 del medio día , se forman grupos de cuatro personas y escogen qué tipo de artesanías desean aprender.
Actualmente, tienen entre 15 y 20 alumnos por día, pero al inicio – comenta Nancy- “nada más venían 4 personas”.
El costo de los talleres es de 20 soles, y las personas que asisten son desde jóvenes estudiantes hasta adultos interesados en aprender nuevas habilidades o en desarrollar un pasatiempo. Muchos de ellos son locales de Piura y sus alrededores, pero también hay quienes viajan de otros lugares para asistir a los talleres. Muchas veces se trata de personas que ven en la artesanía una manera de generar ingresos adicionales o de iniciar un pequeño negocio propio.
Los desafíos:
Uno de los desafíos es lo inconsistentes que pueden llegar a ser los niveles de venta al pasar de los días. “Hay días que nos va mal, y otros en los que nos va excelente. Las buenas ventas a veces compensan los días en que nos ha ido mal y lo asumimos como un reto, es un trabajo y sabemos que tenemos que saber sobrellevarlo”.
Otro desafío, según comenta Nancy, son las condiciones laborales y las largas horas de trabajo en las ferias. Aunque opina que en esta feria las condiciones son mejores.
«Pero sí, aquí el trabajo es duro porque es salir de casa desde temprano. Entramos desde la 10 hasta las 8 de la noche. Estamos casi más de 8 horas fuera de casa. Todas a veces nos quejamos de que dejamos nuestras casas solas. A veces no cocinamos a nuestros hijos, algunas emprendedoras dejan cocinado (…). A veces vamos a ferias en lugares donde no tenemos servicios higiénicos, y a veces tenemos que prácticamente aguantar. En cambio, acá tenemos la ventaja que estamos al lado de Tottus y podemos ir ahí.”
Satisfacciones:
Nancy menciona la independencia que ha encontrado a partir de manejar su propio emprendimiento, ya que esto implica no depender de un empleador tradicional. Además la creación de una comunidad de emprendedores que se apoyan mutuamente les permite exhibir sus productos de una manera más ordenada y fortalecer sus redes.
» A veces dependemos de un jefe y no nos pagan como deberían. Pero aquí nosotros manejamos nuestros tiempos, entonces muchos se han inclinado por este trabajo”. También comenta que la municipalidad ha hecho un convenio con ellos y a veces los invitan a diferentes lugares como Huancabamba o Tambogrande.
Profesionales y artesanos
Varios de los artesanos que se encuentran en la feria, también han estudiado una carrera profesional.
Nancy menciona ejemplos específicos, como una artesana en bisutería que es arquitecta, un emprendedor de ropa que estudia marketing, y un vendedor de vinos que es ingeniero industrial. “La mayoría de los que trabajamos aquí somos profesionales. Algunos se pagan sus estudios con este trabajo y otros han dejado sus empleos y han venido a emprender vendiendo sus productos”.
Consejos para emprendedores:
La coordinadora de la feria aconseja a las mujeres emprendedoras que se capaciten continuamente. Su enfoque está en la educación constante como clave para el éxito en el negocio.
Apoyo de la municipalidad:
La municipalidad juega un papel importante al apoyar estos emprendimientos. Nancy agradece a la municipalidad por facilitar espacios y oportunidades para que los artesanos y productores locales exhiban y vendan sus productos.
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