Un equipo de alto rendimiento no se define solo por los talentos individuales, sino por la calidad de los vínculos entre sus miembros. Así lo explica el director de Infova, Gonzalo Martínez, quien destaca que la clave de un buen equipo no está en los nodos, sino en los vínculos que los unen.
En otras palabras, cómo construir un equipo sólido no depende únicamente de reunir a grandes profesionales, sino de fomentar la cohesión, la confianza y la responsabilidad compartida.
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¿Qué debe hacer un líder para construir un equipo fuerte?
Martínez es claro: la función principal de quien lidera es elegir correctamente a las personas. Si esa elección falla, el resultado será un grupo desarticulado, aunque esté lleno de talento. Y ante un equipo que no funciona, la responsabilidad recae directamente en el líder.
Con esto en mente, comparte cinco estrategias prácticas para construir un equipo sólido en cualquier organización.
1. Fomenta encuentros personales
Genera espacios para que los miembros del equipo se conozcan más allá del ámbito profesional. Las reuniones informales, salidas fuera del lugar de trabajo y actividades como torneos deportivos permiten descubrir afinidades, construir confianza y mejorar la colaboración.
2. Promueve la diversión en el entorno laboral
Un ambiente laboral exigente no tiene que ser serio o tenso. Reír, bromear y disfrutar el trabajo en equipo fortalece los lazos y facilita procesos como la comunicación, la resolución de conflictos y la generación de ideas creativas. Las personas aprenden más cuando se divierten.
3. Celebra los éxitos y comparte los fracasos
Uno de los pilares para construir un equipo sólido es la gestión compartida de los resultados. Celebrar logros y aprender de los fracasos de manera colectiva cohesiona al grupo y promueve la resiliencia. Los líderes deben evitar personalizar los éxitos o aislar los errores.
4. Usa un lenguaje inclusivo
El uso del “nosotros” en lugar del “yo” o “tú” transforma la forma en que el equipo se percibe a sí mismo. Un buen líder pregunta: “¿Cómo vamos?”, no “¿Cómo vas tú?”. Resaltar lo colectivo refuerza el sentido de pertenencia.
5. Establece metas comunes y ambiciosas
Cuando el equipo logra objetivos desafiantes con esfuerzo conjunto, se genera una experiencia emocional poderosa que impulsa el deseo de seguir avanzando. El éxito improbable es un potente catalizador de unidad y motivación.
Exige juego en equipo como parte de la cultura organizacional
Finalmente, Gonzalo Martínez recomienda dejar en claro que formar parte del equipo también implica ser un buen compañero. Reforzar los vínculos es una responsabilidad profesional, no un extra opcional. La exigencia explícita de colaborar y construir juntos genera conciencia y compromiso.
Un buen equipo no nace, se construye
Saber cómo construir un equipo sólido es hoy una habilidad clave para cualquier líder. No basta con reunir talento; se necesita trabajar constantemente en la creación de vínculos, establecer objetivos compartidos y promover una cultura de apoyo mutuo.