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La historia de Fidel Junior Flores no solo es un testimonio de lucha personal, sino también un ejemplo de resiliencia para muchas personas que enfrentan condiciones físicas similares.

“A pesar de que la visión es ciertamente un factor limitante físico, no es un factor limitante en la mente. Yo creo que si un ser humano se lo propone, realmente puede lograr grandes cosas. Prueba de ello es que logré diseñar un cóctel de autor. Lo hice sin ningún impedimento. (…) Yo no lo vería como una discapacidad, sino como otra forma de experimentar la vida”, cuenta Fidel Flores a Emprender.

Tras formar parte de CETURGH PERÚ, a través del programa de Beca Inclusión Técnico Productiva de Pronabec, este joven piurano de 24 años sostiene que su discapacidad visual congénita no es impedimento para emprender.

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“Estoy trayendo nuevas marcas, nuevos rones. Lo clásico de siempre ya cansa, creo. También estoy trayendo el conocimiento que viene de la mano de Ceturgh Perú y todo lo que yo he aprendido”, manifiesta.

Pero este emprendimiento pudo ser posible al contar con el apoyo de su amigo y actual socio, Elmer Sandoval.

“Nació a base más que todo de un pequeño sueño tras conocernos en el instituto. Tuvimos una noche de patas donde nos vino la idea de crear este emprendimiento. Así decidimos inventar e innovar en la coctelería”, precisa.

Ambos jóvenes tienen claro su propósito y visión de seguir creciendo en el mercado local y nacional de la coctelería. El emprendimiento de Fidel Flores y Elmer Sandoval se puede encontrar en las redes sociales como “El Pirata de la Coctelería”.

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