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El yogurt griego de Leche Gloria ha sido objeto de una controversia legal relacionada con prácticas comerciales y publicitarias. La Asociación de Protección y Defensa al Consumidor (Qawaq) presentó una denuncia contra la compañía, acusándola de competencia desleal bajo la modalidad de engaño debido al uso del término «yogurt griego» en sus productos y campañas publicitarias. Sin embargo, la Comisión de Fiscalización de la Competencia Desleal de Indecopi declaró infundada la denuncia, argumentando la falta de normativas claras que regulen el uso de dicho término en el Perú.

Denuncia por competencia desleal: el debate sobre el término «griego»

La polémica surgió cuando Qawaq señaló que el uso del término «yogurt griego» en los productos de Leche Gloria podría inducir a error a los consumidores. Según la asociación, este enfoque publicitario lleva a creer que el producto es genuinamente griego o elaborado según las normas tradicionales de fabricación de yogurt griego, lo cual no sería cierto.

Qawaq argumentó que los productos de Leche Gloria no cumplen con los estándares internacionales que definen un yogurt griego auténtico, como el uso de leche fresca y cultivos lácteos específicos. Además, criticó que el término «griego» se utilice como un recurso comercial sin una base técnica que respalde esta denominación.

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Sin embargo, Leche Gloria defendió su postura, afirmando que el término «griego» no debe interpretarse literalmente, sino como una referencia a las características sensoriales del producto, como su cremosidad y alto contenido proteico. La empresa sostuvo que su uso responde a las expectativas de los consumidores, quienes asocian estos atributos con el concepto de yogurt griego.

Ausencia de normativas claras complica el caso

Uno de los puntos centrales del conflicto fue la ausencia de una regulación específica en el Perú que defina qué constituye un yogurt griego. De acuerdo con informes del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), el Código Alimentario y las normativas vigentes no establecen criterios precisos para este tipo de producto. Esta ambigüedad legal permitió que el uso del término «griego» se mantuviera en un marco flexible, sin restricciones claras.

En su resolución, Indecopi destacó que, ante la falta de una definición oficial, no puede considerarse engañosa la utilización del término «griego» por parte de Leche Gloria. El organismo concluyó que la empresa no incurrió en prácticas de competencia desleal, ya que el uso del término se basa en características sensoriales comúnmente asociadas con este tipo de yogurt, como su textura cremosa y elevado contenido proteico.

Campaña publicitaria ampliamente difundida

La campaña publicitaria de Leche Gloria tuvo una amplia presencia en plataformas digitales como YouTube, Instagram, Facebook y TikTok , donde se promovió el yogurt griego con mensajes como «¡Prueba el nuevo yogurt griego Gloria!» y «Cuando pruebas un sabor como el de nuestro yogurt griego, no hay palabras para describir lo rico y cremoso que resulta».

Según la compañía, el producto se elabora mediante un «cuidadoso proceso de elaboración y una selección especial de ingredientes que satisfacen los paladares más exigentes». Este enfoque comercial contribuyó a posicionar el yogurt griego de Gloria como uno de los productos más representativos de su portafolio, especialmente entre consumidores interesados en mantener un estilo de vida saludable.

Resolución final: ¿un término ambiguo?

La decisión de Indecopi deja abierta una discusión importante sobre la necesidad de establecer normativas claras que regulen el uso de términos como «griego» en productos alimenticios. Aunque la resolución favoreció a Leche Gloria, también puso de manifiesto la complejidad de regular términos que pueden interpretarse tanto desde un enfoque cultural como desde un enfoque sensorial o comercial.

Mientras tanto, el yogurt griego de Leche Gloria seguirá siendo promovido bajo este nombre, reforzando su posición en el mercado peruano como un producto asociado con cremosidad y alto valor nutricional. Sin embargo, la controversia plantea preguntas clave sobre cómo garantizar que las campañas publicitarias sean claras y transparentes para los consumidores, evitando confusiones o malentendidos.

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