En la coyuntura actual es difícil mantener la calma o superar el estrés. Sin embargo, algunas personas han encontrado la manera de convivir con ello mediante el tejido. Esta es la historia de Nora Ruesta Amaya, quien con la técnica del tejido de Amigurumi, emprendió su negocio de los muñecos a croché.
Nora Ruesta encontró en el tejido, el arte más acorde con ella y con el emprendimiento que quería lanzar. Mi Mundo a Crochet es un negocio familiar. «Trabajo con mis 2 hijos, yo hago los tejidos de Amigurumi y ellos se encargan del Marketing y la publicidad», comenta.
Los muñecos a croché
Este arte no es reciente en Nora, pues lo conoce desde hace 10 años. «Siempre me han gustado las manualidades, en especial el tejido de Amigurumi, que es una técnica de hacer muñecos a croché o ganchillo», sostiene.
Nora veía el tejido como un hobbie, no fue sino hasta que sus hijos la impulsaron a emprender por medio de su arte. «Se dieron cuenta que mi pasatiempo favorito podía convertirlo en un negocio, y fue así como ellos me impulsaron y me ayudaron a crecer en lo que hago», dice emocionada.
Es así, que desde hace 3 años incursiona en el emprendimiento textil-decorativo con sus muñecos a croché y crea, junto a sus hijos, la marca “Mi Mundo a Crochet”. La cual cuenta con su propia fanpage en donde los clientes pueden ver varios modelos de sus productos.
Adaptando su negocio
La pandemia significó para Nora una oportunidad de pasar más tiempo con su familia y de seguir desarrollando su negocio. «Ha sido una oportunidad para que mi negocio crezca«, sostiene.
«Con todo lo que está pasando tengo mucho más tiempo libre en casa para poder realizar mis pedidos, crear e innovar nuevos modelos de Amigurumi. Cada día aprendo cosas nuevas sobre tejido complementando así mis conocimientos», agrega.
Proceso de venta
El proceso de venta es mediante las redes sociales, Facebook e Instagram. «Ahí la gente conoce lo que yo hago, hacen sus consultas y realizan sus pedidos», puntualiza. Son sus hijos quienes reciben el pedido, se lo comunican a ella y en relación al tiempo que le tomará elaborar los muñecos responden la fecha de entrega.
«El tiempo que me demoro en hacerlo depende qué tan grande sea el Amigurumi, de 2 a 3 días si es grande. Si es mediano o pequeño puede ser uno o dos días. A algunos de los
pedidos, su patrón los saco de internet o también los creo yo», explica.
La entrega es mediante delivery. En ciertos puntos de la ciudad es gratis. «Así es
más accesible para nuestros clientes, además respetamos siempre las medidas sanitarias
del caso», finaliza.
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muy buena nota me encanto muchisimo me identifique ya que mi señora madre tambien enprende en ese negocio y tambien le ayudo en el marketing exelente trabajo tatiana castillo te mando un saludo desde cancun mexico