Un reciente estudio revela una perspectiva alentadora sobre la formalización empresarial en Perú: la mayoría de los microempresarios informales tienen una clara conciencia de las ventajas que conlleva operar dentro del marco legal y manifiestan un deseo genuino de formalizar sus negocios. Los datos sugieren que el debate ya no se centra en convencer sobre los beneficios de la formalidad, sino en cómo facilitar y simplificar el proceso para que estos emprendedores puedan dar el paso.
En la reciente encuesta de Ipsos ante la pregunta la intención de formalizar negocios. El 47% de los encuestados definitivamente desea que su negocio sea formal, y el 41% probablemente también lo desea, es decir el 88% de los empresarios de la microempresa manifiesta su intención de formalizarse.

Según la encuesta, una abrumadora mayoría de los microempresarios informales 70% considera que la formalidad genera una mejor imagen para sus negocios lo que le ayudaría a atraer a más clientes. Este es un buen motivo para formulalizarse.


El 66% considera que A pesar de los costos y trámites que a menudo se asocian con la formalización, vale la pena formalizarse. Están dispuestos a asumir los costos económicos y burocráticos, los empresarios encuestados consideran que los beneficios a largo plazo de la formalización superan largamente los costos.
62% de los Empresarios informales están convencidos que la formalización es un requisito necesario para el crecimiento y desarrollo de sus negocios. Esta visión estratégica demuestra una comprensión clara de las limitaciones que impone la informalidad y el potencial que la formalidad ofrece para expandirse y prosperar en el mercado.
Un aspecto particularmente relevante es el deseo de acceder a beneficios sociales ESSALUD (seguro de salud) y un sistema de pensiones. Un porcentaje significativo de los encuestados 59% manifiesta su interés en formalizarse precisamente para obtener esta protección social, lo que pone de manifiesto una motivación que va más allá de los beneficios puramente empresariales.
Estos resultados dejan en claro que la problemática de la informalidad en Perú no radica en la falta de comprensión de sus beneficios por parte de los microempresarios. Por el contrario, existe una conciencia generalizada de las ventajas que la formalización puede aportar en términos de imagen, crecimiento, acceso a clientes y protección social.
El mensaje es claro: los microempresarios informales en Perú no necesitan ser convencidos de los beneficios de la formalización; lo que necesitan son caminos más sencillos y accesibles para hacer realidad su aspiración de operar dentro de la legalidad y construir negocios más sólidos y con mayor potencial de crecimiento.